Así como el pescador pesca, el sastre confecciona, el artista crea. Crea porque cree. 

Creo en el material, en sus formas y como este se manifiesta, es como si tuviéramos el mismo lenguaje y pudiéramos comunicarnos. 

Más que un intercambio de palabras es un diálogo de movimientos que transmiten. 

Porque al final la creación es dar con un resultado para dejarlo ser. 

 

La sorpresa la encuentro siempre en este recorrido y con gusto me lleva a la experimentación del material, llevándolo al extremo para dar con nuevos resultados. En la mayoría de ellos encuentro la preciosidad de la imperfección, ya que cada proceso es diferente y no hay fórmula para dar con exactitud lo ya vivido o lo ya creado. 

Creer y crear piezas únicas destinada a únicas personas. 'Si cada persona es diferente, sus objetos también deberían de ser diferentes’¹.

 

Rara vez sigo un dibujo, un boceto o un plan, pero cuando esto pasa le doy la libertad de poder ser lo que quiera. Me gusta que una idea se sienta incómoda y pida ser transformada.

Aquí empieza el juego.